El mantenimiento de los electrodos de pH: alarga la vida útil de tu producto

Los medidores de pH son instrumentos necesarios para el cálculo del pH en todo tipo de muestras, asegurando una alta efectividad de medición. Para garantizar unos resultados seguros, es imprescindible el correcto mantenimiento del instrumental que vamos a utilizar. Desde LabProcess te ayudamos al cuidado de tu equipo para lograr su mejor rendimiento.

Existen diferentes tipos de equipos, o electrodos, de medición del PH como el STANDART T-BNC, con diafragma cerámico y su sistema de referencia con KCL líquido; Electrode PLUS, igual que el anterior, pero con KCL en gel; el POLYMER, el cual posee un diafragma abierto; o el Flow, el cual es más característico ya que está especializado en muestras concretas y difíciles de medir.

 

Los pasos para un correcto mantenimiento de los electrodos de pH

El mantenimiento de los electrodos de pH resulta sencillo una vez se comprende cómo funcionan. Debemos realizar la limpieza de su cuerpo de vidrio, de su diafragma y de su membrana de vidrio. También debemos verificar que no haya roturas, fisuras o un sistema de referencia en mal estado. Tras realizar el mantenimiento del electrodo, debemos ajustar el equipo.

 

 

 

El proceso principal es la limpieza del diafragma. Generalmente, se usa agua y jabón. Sumergimos el electrodo y eliminamos toda incrustación que pueda haber. Aun así, hay diferentes condiciones que implican otros requisitos. Por ejemplo, si el diafragma se encuentra demasiado obturado, deberemos recurrir a soluciones de limpieza específicas como un desincrustador inorgánico, donde deberemos sumergir nuestro electrodo durante aproximadamente 8 horas

 

 

Si para la limpieza de nuestro equipo usamos productos específicos, debemos utilizar agua destilada para eliminar los restos de la solución empleada. Una vez nos aseguramos de que hemos eliminado toda incrustación en nuestro instrumental, debemos proceder a cambiar el KCL interno. Para ello debemos extraer el líquido que ya se encuentra dentro del electrodo mediante una jeringuilla. Cuando ya hemos vaciado nuestro medidor, vertemos el nuevo KCL con el mismo recipiente a través del mismo agujero por el que hemos extraído la solución anterior. 

 

 

Para el ajuste del electrodo debemos asegurarnos que no quedan restos de productos, por lo que es recomendable volver a pasar un poco de agua y secar con papel limpio. La calibración se realiza sumergiendo el equipo en distintas soluciones y midiendo su resultado, en este caso hemos empleado un producto de calibración ph7. Como el proceso ha sido un éxito, en la pantalla del medidor nos muestra 7,00 como resultado. 

 

 

Las diferencias entre los electrodos de pH

El cuidado y mantenimiento de cada electrodo es diferente según el tipo o el uso que se le ha dado. En el caso del Electrode Plus, el procedimiento es igual al del Standard-T, sólo que su KCL no se puede cambiar. Una vez el gel está dañado o contaminado, debemos desechar el electrodo. 

En el caso del Polymer, no se requiere un mantenimiento como tal, únicamente la limpieza de la membrana con el limpiador inorgánico. En los electrodos en los que el gel se cristaliza debido a que ha sido guardado en seco, se debe utilizar una disolución de mantenimiento con tal de que el gel vuelva a su estado funcional. 

El electrodo Flow se utiliza para productos viscosos y que presentan una gran dificultad a la hora de medir. Lo que lo diferencia de los demás es que posee un diafragma merilado de teflón, lo que permite mover el KCL a su exterior, permitiendo una mayor rapidez en la respuesta del electrodo. Su mantenimiento puede ser un poco más complejo que en los demás tipos, aunque también se usa la solución inorgánica. Para su desincrustación podemos retirar el diafragma hacia arriba y poder asegurarnos de que no existe ninguna incrustación. 

Para sustituir el KCL que ya se encuentra en el equipo, liberamos la entrada superior y volvemos a deslizar hacia arriba el anillo que encontramos en el otro extremo. Para volver a rellenar el electrodo repetimos el mismo proceso que en el STANDARD-T (93). Una vez lo rellenamos, volvemos a cerrar la abertura y realizamos el procedimiento natural de calibración.