El pH en la agricultura

Las cosechas pueden verse gravemente afectadas si el pH del medio de cultivo no es el adecuado, pudiendo encontrar suelos alcalinos, con niveles de pH más altos de lo recomendable, o suelos ácidos, donde el pH es más bajo.

Si los valores del pH del entorno del cultivo son superiores a 6.5 pH, estos pueden llegar a dar problemas respecto a la solubilidad de algunos micronutrientes y nutrientes; si esta situación es continua durante el período de varias semanas y/o meses de cultivo, los canales de riego pueden llegar a padecer obturaciones.

Por ejemplo, en el cultivo del tomate el nivel de acidez del tomate debe fluctuar entre 4.2 y 4.4 pH, de esta forma se puede llegar a asegurar una estabilidad microbiológica; pero en ningún caso debe superarse un pH de 4.6 pH.

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